La gestión de residuos y aguas residuales se refiere a las actividades y procesos para manejar de manera segura y eficiente los desechos generados por diversas actividades humanas.
En cuanto a los residuos sólidos, se incluye la recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los desechos sólidos generados por hogares, industrias, comercios y otros sectores. Esto implica la separación de residuos reciclables, el tratamiento de residuos peligrosos y la disposición adecuada de los residuos no reciclables en rellenos sanitarios controlados.
Por otro lado, la gestión de aguas residuales se ocupa del tratamiento y la eliminación segura de las aguas residuales generadas por actividades domésticas, industriales y comerciales. Se utilizan procesos de tratamiento físico, químico y biológico para eliminar contaminantes y sustancias nocivas antes de devolver el agua tratada al medio ambiente o reutilizarla para fines agrícolas o industriales.
La gestión adecuada de residuos y aguas residuales es esencial para proteger la salud humana y el medio ambiente. Contribuye a prevenir la contaminación del agua, la propagación de enfermedades, la emisión de gases de efecto invernadero y otros impactos negativos. Además, la gestión de residuos también promueve la recuperación y el reciclaje de materiales, reduciendo así la dependencia de los recursos naturales y disminuyendo la cantidad de residuos destinados a la disposición final.
En resumen, la gestión de residuos y aguas residuales involucra la recolección, tratamiento y disposición adecuada de los desechos sólidos y las aguas residuales generadas por actividades humanas. Su objetivo principal es proteger la salud y el medio ambiente, promoviendo la recuperación de materiales y la reducción de la contaminación.
